En consulta me encuentro con un patrón que se repite mucho más de lo que pensamos: personas con cansancio constante, dificultad para concentrarse, falta de energía para entrenar y sensación de “no rendir igual que antes”.
Y en muchos casos, cuando revisamos analíticas, aparece el mismo sospechoso: niveles bajos de hierro.

El hierro es un mineral fundamental para transportar oxígeno, producir energía y mantener un buen rendimiento físico y cognitivo.
La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, puede mejorarse con una estrategia nutricional sencilla, práctica y muy efectiva.

Hoy quiero contarte las claves que utilizo en consulta para ayudar a subir los niveles de hierro de forma segura y basada en evidencia.

🔍 1. Entender la diferencia entre hierro hemo y no hemo

Este es uno de los puntos que más confusión genera.

Hierro hemo (se absorbe mejor):

Viene de alimentos de origen animal, como:

  • Carne roja magra

  • Hígado (en personas que lo toleran bien)

  • Pollo

  • Pescado

  • Marisco

  • Yema de huevo

El cuerpo lo absorbe entre un 15% y un 35%, por eso es el más eficaz para subir hierro.

Hierro no hemo (se absorbe menos):

Viene de alimentos vegetales como:

  • Legumbres

  • Verduras de hoja verde

  • Tofu

  • Frutos secos

  • Cereales integrales

La absorción es menor, entre un 2% y un 20%, pero se puede mejorar (te lo explico más abajo).

La clave no es elegir uno u otro, sino aprovechar y combinar bien ambos.

🍋 2. Combina fuentes de hierro con vitamina C para mejorar la absorción

Este es uno de los trucos más efectivos y sencillos.

La vitamina C multiplica la absorción del hierro vegetal y también mejora la del hierro hemo.

Algunas combinaciones perfectas:

  • Lentejas + pimiento rojo

  • Garbanzos + limón

  • Espinacas + naranja

  • Carne o pescado + un chorrito de limón

  • Tofu + kiwi

Pequeños cambios → grandes diferencias.

3. Evita tomar café, té o lácteos justo después de comidas ricas en hierro

Este es un error muy común.

El café, el té, el cacao y los lácteos dificultan la absorción del hierro, especialmente el vegetal.

No hace falta que los elimines, solo intenta:

  • Dejar al menos 1–2 horas entre estos alimentos y tus comidas principales.

  • O reservarlos para meriendas o entre horas.

Este ajuste tan simple puede marcar una gran diferencia en analíticas.

🥩 4. Aumenta la presencia de alimentos ricos en hierro hemo

No se trata de comer más carne, sino de elegirla mejor y en su justa medida.

Las opciones más útiles:

  • Carne roja magra 1–2 veces/semana

  • Pollo o pavo

  • Mariscos como mejillones o almejas

  • Pescados como sardinas o atún natural

  • Yema de huevo

Para muchas personas, aumentar ligeramente la frecuencia de hierro hemo marca la diferencia.

🌱 5. Si sigues una dieta vegetariana o vegana, potencia las combinaciones inteligentes

No necesitas abandonar tu patrón alimentario, pero sí ser estratégico.

Recomendaciones clave:

  • Legumbres 3–5 veces por semana

  • Tofu o tempeh frecuentemente

  • Frutos secos y semillas

  • Verduras de hoja verde

  • Cereales integrales en rotación

  • Vitamina C en cada comida principal

Y muy importante: si eres vegetariano/vegano, es frecuente necesitar suplementación, siempre valorada con analítica en mano.

💊 6. El suplemento puede ser necesario… pero no siempre y NO sin analítica

El suplemento de hierro no es inocente: puede generar molestias digestivas, estreñimiento y, si no lo necesitas, elevar el hierro por encima de niveles seguros.

Por eso siempre recomiendo:

  • Analítica completa (ferritina, hemoglobina, transferrina, saturación…).

  • Interpretación profesional.

  • Suplementación supervisada solo si hay una deficiencia real.

La estrategia nutricional debe ser el primer paso; el suplemento, el segundo.

🧩 7. La clave: constancia y combinación

Mejorar el hierro no ocurre en dos días.
Necesita constancia, buena planificación y una combinación de estrategias:

  • Incluir hierro hemo con regularidad.

  • Mejorar la absorción con vitamina C.

  • Evitar bloqueadores en las comidas principales.

  • Ajustar el patrón alimentario según tus necesidades y estilo de vida.

Con estos cambios, es frecuente ver mejoras en pocas semanas.

🎯 Conclusión: aumentar el hierro es completamente posible con una estrategia clara

Subir los niveles de hierro no es cuestión de comer “más carne” o tomar suplementos a lo loco.
Es cuestión de entender cómo funciona el hierro en tu cuerpo, ajustar tu alimentación y respetar los tiempos.

Si llevas tiempo arrastrando cansancio, bajo rendimiento o analíticas alteradas, quizá sea el momento de trabajar una estrategia personalizada.

Y recuerda: la nutrición no va solo de comer, sino de entender y aplicar.
Ese es siempre mi objetivo contigo.